viernes, 27 de abril de 2018

LA REMATADURA DE LAS OLIVAS

LA REMATADURA
Cunado se terminaba de coger las olivas, traían las escaleras (que son bien altas, con muchos peldaños... como podéis comprobar en la foto) desde lejos generalmente, porque los campos de olivos están a cierta distancia de la localidad e incluso algunos se encuentran "al otro lado del río Isuala", por lo que debían cruzarlo; pero... no se traen de cualquier forma, se deben llevar de pie, bien erguidas. Una vez en el pueblo, antes de guardarlas las ponían derechas en las fachadas de la casa.
En el primer y último escalón (peldaño) colocaban un ramo de olivo y con los palos de coger las olivas (perchas) danzaban y bailaban y también "matraqueaban" dando saltos y gritando: "¿Viva la rematadura!", celebrando, así, el final de esta faena.
Se celebraba con buenas viandas: Judías y carne guisada y... algo que no podía faltar, el ajaceite, como testimonio de que la cosecha de la oliva había proporcionado una buena despensa de aceite a la casa. Por la noche"crespillos" (para seguir dando gracias por el aceite conseguido) y "poncho" para la velada.

Con este ritual se celebraba el final de la campaña de la recogida de las acitunas y también significaba que se había acabado sin ningún accidente de los cogedores.
Hoy en día aun se matraquea en el campo el último día, para rememorar esta tradición, y en las casas se prepara buen ajaceite acompañado con unos ricos caracoles, por ejemplo.

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